Cacería 2016 en Maella (Z)

Lugar de encuentro Bar Cañardo, frente a la gasolinera, de 8:00 a  8:30.

Cacería dirigida a los socios de la UCEPB.

Por Alberto Martínez Martínez. Socio nº 74

El pasado 23 de abril, en la localidad de Maella (Zaragoza), pudimos disfrutar de una jornada de caza sobre perdiz, en la que participaron 10 escopetas y disfrutamos del trabajo de nuestros perdigueros.

Durante la temporada de caza de la perdiz, pocos días son tan calurosos y soleados como el que en este día tuvimos, así que esto, sumado a la inactividad por la que nuestros perros pasan en esta época del año, supuso una prueba para nuestros perdigueros, que aún con todo se portaron igual de bien que lo hacen siempre, buscando, mostrando y cobrando incansablemente.

En definitiva un buen día de caza con perdiguero de Burgos y amigos que rematamos con una merecida comida para reponer fuerzas y contar los lances de la mañana.

MAELLA (Z) 23 de abril del 2016

Por Agusti Calbet

La U.C.E.P.B. propuso realizar una cacería para los socios que lo deseasen en el Coto Intensivo de caza de «El Castellar» en el término municipal de Maella (Zaragoza), gestionado por el Grup Peris.

El lugar de encuentro era el bar Cañardo entre las 8:00 y las 8:30, la docena de socios que se inscribieron fueron puntuales a la cita, hay que hacer notar que también nos acompañó durante todo el día una mujer, Conchita pareja de J. R. Torres, muy bien por ella; esto de que las mujeres vayan a los eventos en la U.C.E.P.B. es algo habitual, ellas también son parte muy importante de la U.C.E.P.B.; luego acudió el gerente Josep Mª Peris, que nos tomó los datos necesarios para la cacería y luego nos acompañó a la zona del coto que teníamos asignada, explicándonos hasta donde llegaban los lindes correspondientes.

Después de las explicaciones pequeño desayuno, embutidos, tortilla, etc. Y para beber agua y algún trago de vino de las botas.

El terreno, básicamente es de monte bajo y en algunas zonas combinado con bancales, lo que proporciona en general una buena vista del cazadero. El buen tiempo nos acompañó durante toda la mañana, a primera hora temperatura muy agradable y hacia el mediodía las temperaturas ya pasaban de los 20 grados, el airecillo que hizo durante toda la mañana ayudo a que fuera más llevadero el andar.

Sobre los Perdigueros bien, aunque algunos a partir de las 12 empezaron a notar un poco el calor y las horas de andar, al hacer este airecillo algunos tocaron las piezas de lejos, con pequeñas guías y algunas muestras. Pero si hablamos de los socios a algunos el día no se nos dio demasiado bien, por ejemplo, en mi caso fallé perdices que por regla general no fallo, perdices que ves que el perro te las va marcando, incluso alguna con muestra y se levantaron relativamente bien y las fallé; Thot de Pedralvez hizo lo que tenía que hacer, búsquedas amplias, marcando algunas perdices de lejos, algunas muestras buenas, etc., o sea que bien, su dueño un día para olvidar por fallar lo que no se puede fallar, pero así son las salidas al monte, un día el perro te va a mejor otro peor (como cualquier deportista) y un día tú lo tienes bueno y otro lo fallas todo. Pero lo importante es el que perro vaya cogiendo confianza en sí mismo y experiencia, y yo me fui con muy buenas sensaciones por su forma de moverse y por su nariz.

También hay que decir que a otros socios se les dio bien o muy bien.

Lo bueno de estos días “tontos” que tenemos, es que luego cuando nos reunimos al final de la jornada para hacer el recuento lo hablamos y los compañeros se ríen de nosotros (sin malicia), pero tranquilos que no pasa nada, ya llegará el día que será a la inversa. Después de hacernos las FOTOGRAFIAS nos dirigimos al restaurante a comer.

En el restaurante la Braseria Bucheret de Maella, ya nos estaban esperando para la comida, que estuvo muy bien al igual que el trato que recibimos, y durante la comida seguimos hablando de la jornada riéndonos de los fallos, explicando anécdotas, etc., y así transcurrieron unas tres horas de charla y de muy buen ambiente entre los asistentes.

Y para terminar, decir que a pesar de mi mala jornada volvería a repetir el día, ya sea solo por lo bien que allí me lo pase con los compañeros, tanto en el monte como en la comida.