Por Pilar Amaya Jalón y Mariano Tomás Fuentes. Socios núm. 145
UN GUISO DE LA EDAD MEDIA
Es muy tradicional en la cocina francesa, y en la zona de Cataluña, con algunas diferencias. Por ejemplo, en Cataluña se hace civet tanto con vino tinto, como con vino blanco, en cambio en Francia solo se utiliza el vino tinto. Un civet es una elaboración culinaria que originalmente nació para preparar la carne de caza. El término civet viene de cive (cebolla), que a su vez proviene del latín caepatum (cebolla).
Como podemos imaginar, la cebolla tendrá un papel importante en esta receta. No obstante, no es la característica principal. Un civet es una especie de guiso que se realiza con carne de caza y que se elabora principalmente con vino, sangre del propio animal y, evidentemente, mucha cebolla. Es una elaboración indicada para preparar carnes con mucho cuerpo y sabor. Así, la carne de liebre, ciervo o jabalí, quedan realmente deliciosas. Consiste en macerarlas con vino y verduras para una posterior cocción de larga duración.
PARTE 1
Reservar la sangre de la liebre (¡¡¡ingrediente importantísimo para el guiso!!!) añadiendo unas gotas de vinagre para que no coagule
PARTE 2 Adobo una noche
1 liebre limpia y cortada en trozos no pequeños
2 Zanahorias
1 Cebolla en laminas
3 Ajos partidos a la mitad
2 hojas de laurel
Un poquito de tomillo
Tacita de aceite de oliva virgen extra
Vino tinto hasta cubrir
El día anterior poner en adobo la liebre troceada en una cazuela o fuente honda y añadir las zanahorias en trozos, la cebolla en gajos, los ajos, el laurel, el tomillo y cubrir todo con un buen vino tinto (con cierto cuerpo) finalizando con la tacita de aceite.
Se remueve un poco y se dejan toda la noche para que absorba todo los aromas del adobo.
PARTE 3 INGREDIENTES PARA LA PREPARACION
Colar y reservar el jugo del adobo
Los trozos de liebre
10 Chalotas o en su defectos cebollitas francesas
3 lonchas de beicon o panceta muy fina
Champiñón en trozos
Ramillete de: perejil y tomillo
Aceite de oliva virgen extra
Harina
¡¡¡¡La sangre de la liebre!!!!
PARTE 4 COCINADO
Se escurren los trozos de liebre y se rebozan en harina pero quitando el exceso solo que se impregne un poco y en aceite caliente se van sofriendo y reservando en una cazuela.
A continuación en ese mismo aceite se sofríen bien las chalotas o las cebollitas y se reservan, continuando con el beicon en trozos pequeños y el champiñón.
Una vez todo sofrito se ponen en la cazuela los trozos de liebre, continuando con las cebollitas, beicon y champiñones y regándolo todo con el colado que habíamos reservado del adobo añadiendo un poco más de vino y agua (a partes iguales) si fuese necesarios hasta cubrir. Añadir el ramillete de hierbas.
Se pone a cocer hasta que hierva y se baja el fuego para mantener una cocción suave hasta que la liebre esta blanda (es una cocción larga y lenta) que también hará que la salsa **engorde**.
Un poco antes de finalizar la cocción (aprox. 10 minutos) añadir poco a poco la sangre reservada para que cueza todo junto.
Dejar reposar el guiso una media hora y servir con un par de triángulos de pan tostado.
Por Pilar Amaya Jalón y Mariano Tomás Fuentes. Socios núm. 145
Esta receta que hace años leí en uno de los libros de Miguel Delibes y que cuando hay ocasión preparo, hace de esta pequeña ave un manjar.
INCREDIENTES
codornices salvajes
hojas de parra
lonchas de beicon o panceta cortada fina
trocito de limón con su piel
vino blanco
sal y pizca de pimienta molida
aceite de oliva virgen extra
cordel para atar
PREPARACION
Una vez limpias de plumas y de su interior, conservando sus higaditos que se dejaran en su interior una vez bien limpios con el trocito de limón, se salpimientan y se van envolviendo primero en hojas de parra y después en beicon o panceta fina.
Una ver envueltas se atan y se van colocando sobre una fuente de horno.
Regar las codornices de la fuente con un buen vino blanco y meter al horno, precalentado a 200º
Aproximadamente, a 45 minutos del asado, comprobar pinchando con cuidado, si están tiernas y retirar o mantener un poco más
Si antes de finalizar el asado se hubiese consumido la totalidad del líquido añadir un poco más de vino y agua pero en poca cantidad pues deben quedar asadas no en salsa
Por Pilar Amaya Jalón y Mariano Tomás Fuentes. Socios núm. 145
Todavía no ha salido el sol pero ya estamos preparados en el punto de encuentro cambiando saludos, deseos, historias…y viendo los nervios y la impaciencia de nuestros perdigueros por comenzar, un día más, el rastreo por caminos y laderas del monte tras la deseada y esquiva perdiz y confiando en que haremos una bonita percha.
Luego, más tarde, cuando el día no ha terminado, nos volveremos a juntar los amigos para echar un bocado y un trago de la bota y nos contaremos las mil y una anécdotas que nos hayan surgido por el monte y entonces y después de mucho rato, que nos habrá parecido corto, es cuándo daremos por terminada la jornada.
Y días después la cacería no ha terminado pues es el momento de ir a la cocina y ponerse el mandil para cocinar esas magnificas perdices de una forma poco usual que a nosotros nos recuerda, siempre, a nuestro buen amigo Manolo que ya partió, gran persona y gran laboralista y al que le sabían ricas, ricas **las perdices con moras salvajes**
INGREDIENTES:
2 perdices partidas a la mitad
1 cebolla mediana
2 rodajas muy finas de limón
1 tacita de las de café de moras salvajes
½ tacita de café de ralladura de almendra sin tostar
1 vaso de los de vino de vino tinto
agua
sal
aceite de oliva virgen extra
En una cazuela poner un poco de aceite de oliva virgen extra y sofreír las perdices con un poco de sal, una vez sofritas sacarlas y reservarlas. Picar la cebolla muy fina y sofreír hasta que esté tierna y dorada sin que se queme, añadir la ralladura de almendra y darle unas vueltas añadiendo a continuación las perdices que habíamos reservado, el vino tinto, las rodajas de limón, las moras y agua que las cubra añadiendo un poco más de sal. Mantener una cocción lenta y de cuando en cuando, agitar la cazuela con movimientos de vaivén vigilando, si fuese necesario, añadir un poco de agua, hasta que al pincharlas con un palillo este entre suavemente.
NOTA:
Este guiso está mucho mejor de un día para otro por que absorbe más los sabores de los ingredientes y ayuda a conseguir una rica salsa con más **cuerpo**, es decir un poco espesita. ¡!!! Que aproveche!!!!